I started out in search of ordinary things...

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lunes, 18 de diciembre de 2017

Discos del 2017 (VIII)

20. Slowdive. Slowdive.


"Mojando magdalenas, como hacía mi amigo Marcel en ginebra..." Suenan las guitarras de Star Roving por los auriculares del Virgin Megastore de la calle Sierpes y tú estás en otro lugar. Te duchas y te vistes un viernes por la noche mientras suena Don't know why y te sientes invencible.
Sugar for the pill es tu refugio, porque sabes que la música -esta música- siempre estará ahi contigo, ante ese mundo en el que aún no sabes lo que te espera; porque es 1995, tienes 18 años y todo es nuevo y está aún por descubrir. Con Everyone knows te acuerdas de los amigos del instituto que dejaste atrás, y sigues corriendo hacia adelante, siempre hacia adelante... Encontrar tu propio tiempo perdido condensado en 46 minutos de shoegaze. Increíble.
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19. Hand Habits. Wildly Idle (Humble Before The Void).

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El disco de Meg Duffy como Hand Habits es sin duda el debut del año. Conocida como bajista en la banda que acompaña a Kevin Morby, demuestra en este Wildly Idle una personalidad arrolladora. Reconozco que me ha costado escuchar el disco entero ya que al principio me quedaba atrapado por la magnífica Flower Glass, una de las canciones del año y con diferencia la mejor del disco, pero poco a poco con el resto de escuchas he ido cayendo en los brazos de In Between y su querencia a lo Damon & Naomi, de All the while y su dream pop country, de Demand it y esos ecos de Julia Holter...Bajo esa aparente languidez y esa grabación casera nos encontramos un disco mágico que a cada escucha se va haciendo más y más grande. A descubrir absolutamente.

18. WOODS. Love is Love.

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Cuando el mundo parece que se esté yendo a la mierda, y los malos van venciendo, y el odio sube enteros en las encuestas y da votos, vienen WOODS y como antídoto nos cantan al amor y a la esperanza, con esa portada que no puede ser más clara en intenciones. Tras haber sacado hace apenas un año el magnífico City sun eater in the river of light - 4º en la lista del año pasado, reseña aquí-, este Love is love surge como una respuesta directa y sencilla ante la situación del mundo a finales del 2016. Disco aparentemente pequeño en duración y en pretensiones, a WOODS les basta con sólo 6 temas y escasos treinta minutos para demostrar que se encuentran en un estado de gracia tal que todo lo que hacen es oro; algo así como Yo La Tengo en la época de I can hear the heart beating as one. 
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17. Micah P. Hinson. Presents The Holy Strangers.

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Cuentan algunos que si escuchas este disco a solas de noche, si cierras los ojos, a veces, si tienes suerte, entre los compases de The War puedes vislumbrar la aleta de la Gran Ballena Blanca. Que lo que suena por detrás de The years tire on es el traquetreo de las ruedas del carromato que transporta el cuerpo sin vida de la madre de los Bundrens.  Que The Last Song se compuso junto a un barril de amontillado. Que cuando se leyó la biblia en Micah Book One en lugar de Jesucristo se apareció en el estudio Johnny Cash. Cuentan muchas historias, pero no las creas. Es lo que pasa con las cosas excepcionales -como este disco-, que se convierten en leyendas.
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16. Fleet Foxes. Crack-Up.

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Crear una escena, ser el buque insignia de un movimiento -el nuevo folk- y desaparecer del mapa cuando estás en todo lo alto lo hacen muy pocos. Aparecer seis años después, cuando nadie te espera, y grabar esta obra maestra en la que en lugar de insistir en las melodías vocales pastorales que les llevaron a la gloria prefieren profundizar en las capas de sonido orgánico que fluyen a lo largo de todo el disco, nos demuestran tanto que Robin Pecknold pasa de las modas como que es un genio. Es cierto que, acostumbrados a la pegada y los hits inmediatos en especial de su primer disco, las primeras escuchas nos dejan un poco desconcertados, sobre todo la primera mitad del disco; en las que las canciones se van sucediendo como si fuesen una sola con distintas partes. A partir de la mitad, con Third of May/ Ödaigahara, las preciosas melodías vocales características de Fleet Foxes nos sirven de enganche.  If you need to, keep time on me nos sirve de respiro bucólico para coger aire para zambullirnos de nuevo con Mearcstapa y On another ocean (January/June). La traca final la traen Fool's errand, I should see Memphis y Crack-Up -esta última con ecos a Cabinessence de los Beach Boys con sus cambios tonales-, que van subiendo el nivel hasta terminar el disco en lo más alto. Glorioso.

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