I started out in search of ordinary things...

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domingo, 18 de diciembre de 2016

Discos del 2016 (I)

60. The Last Shadow Puppets. Everything you've come to expect.

Everything You've Come to Expect
El segundo disco del proyecto paralelo del cantante de Artic Monkeys, junto con su amigo Miles Kane de the Rascals, intenta ser más "cinematográfico" y oscuro que los de su banda principal.
 A mí, que no soy seguidor en especial de los Artics y al que hace tiempo que el britpop no me dice gran cosa, las canciones de este Everything you've come to expect me traen a la memoria -más que a Bowie o a Scott Walker como escriben algunos- a the Auteurs, época After Murder Park. Y eso, para un servidor, son bastantes puntos.
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59. ANOHNI. Hopelessness.

Hopelessness

Antony Hegarty es una de las voces más personales del panorama musical actual. Un artista único, de una sensibilidad brutal que ha alcanzado como Antony and the Johnsons un reconocimiento merecido. En su identidad definitiva como mujer, ahora Antony es Anohni, y para celebrarlo en éste su debut femenino ha decidido ceder el componente instrumental a dos productores de música electrónica y jugar a ser Bjork. Y aquí es cuando me toca decir que no me gusta Bjork; nunca he seguido su carrera ni me han interesado sus diferentes transformaciones. Reconozco que es culpa mía y que nunca le he dedicado tiempo a ponerme a escuchar sus discos; me gustan temas sueltos pero no soy capaz de escuchar un disco completo de la islandesa.
Así que, ante esta metamorfosis de Antony a Anohni, tengo sensaciones encontradas. De emocionarme con I don't love you anymore a salir corriendo a pasar de canción con la siguiente Obama. El sopor de Violent men lo contrarrestan Why did you separate me from the Earth y -sobre todo- Crisis. Al llegar a la última Marrow, el balance final es positivo.
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58. Lucinda Williams. The Ghosts of Highway 20.


The  Ghosts of Highway 20

No se le puede poner ni un solo pero a este The Ghosts of Highway 20 que nos ha entregado Lucinda Williams. Es un disco de americana de manual; sincero y honesto desde el título -Espíritus de la Autopista 20- y la primera canción -Dust (polvo)-.  Catorce canciones que nos llevan por carreteras interminables por el desierto, donde podemos ver el polvo flotando con los rayos de luz. De instrumentación sobria pero de factura perfecta (esa guitarra que marca el camino en cada canción), y por encima de todo el canto/lamento arrastrando cada frase de Lucinda. Impecable. Y de lo mejor del año en su género. 
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57. Frightened Rabbit. Painting of a panic attack.

Painting of a Panic Attack

El último disco de estos Conejos Aterrorizados -buen nombre para esta banda escocesa- se ha colado en esta lista a pesar de transitar caminos musicales bastante trillados; partiendo de los Coldplay antes de conocer a Brian Eno, un poco de la épica de Arcade Fire, un mucho de la tensión de The National (produce el disco Aaron Dessner), nada nuevo que aportar que no se haya hecho ya. Pero un disco que con nada que te acerques te suelta hits del calibre de Get out, I wish I was soberAn otherwise disappointing life, Break, 400 bones...; manteniendo el nivel en el resto de canciones, pues complicado dejarlos fura del resumen del año. Escúchalos ya antes de que una de sus canciones aparezca en la BSO de una serie de éxito y se hagan famosos.
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56. Cloud Cult. The seeker.





















Cloud Cult lo tiene todo para que les cojas manía y no le des ni una oportunidad a sus discos: una especie de comuna new-age con mensaje ecológico-trascendental, con un tipo pintando "obras de arte" mientras toca la banda en sus conciertos, arreglos de sintetizadores en algunas canciones  que parece que los han grabado ET y su grupo de extraterrestres amigos, en este su último disco han sacado una película que acompaña al disco -sin sonido, solo imágenes, definido como art-drama experimental y que por supuesto no he visto ni falta que me hace-. Pero si todos esos buenos motivos te impiden dedicarles por lo menos un par de escuchas a sus discos, te perderás canciones de una sensibilidad y emoción extrema que te atraparán para siempre -prueba antes con el directo acústico que sacaron hace un par de años, donde quitaban artificios a sus temas y quedaban las canciones enormes desnudas-. Prueba de ello es la legión de seguidores underground que tienen en su país, para los que Cloud Cult es el grupo de su vida.



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