I started out in search of ordinary things...

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miércoles, 17 de diciembre de 2014

Discos del 2014 (VII)

20. Timber Timbre. Hot dreams.


Cinematográfico. Timber Timbre se han marcado un disco que parece una novela de James Ellroy. Desde los primeros acordes de Beat the drum slowly, sientes que algo ha pasado, o está a punto de pasar. Y el thriller sigue durante las nueve canciones restantes.
 Como unos Tindersticks que en lugar de hablar de mujeres y de amores perdidos te contasen las tribulaciones de Marlowe investigando un crimen. David Lynch ya tiene banda sonora si va en serio lo de retomar Twin Peaks.

19. Sun Kil Moon. Benji.


Lo que cuenta Mark Kozelec en este disco es su vida, tal cual. Sin paños calientes. Nos habla de su infancia, de la muerte de seres queridos, de experiencias vividas. Nos canta que no podría vivir sin el amor de su madre, que tiene ya 75 años; nos canta como fue con su padre a ver a su amigo Jim Wise, en la cárcel por ayudar a su mujer a suicidarse; nos canta los consejos que su padre le daba de joven, y proclama I love my dad acompañado por un coro de voces soul; nos canta sobre la sensación estúpida que produce una muerte absurda, imprevista o accidental. Lo que nos cuenta Mark Kozelec en este disco es la vida, tal cual.

18. The Apache Relay. The Apache Relay.


The Apache Relay arrancan el disco con toda la artillería: Katie Queen of Tennessee es un hit en toda regla. Te engancha a la primera, con ese aire retro a clásico de los cincuenta, esa sección de cuerda y esa melodía pegadiza. El resto del disco necesita más de una escucha para convencerte pero mantiene el listón. Aunque no hagan country se nota que son de Nashville, su música es claramente americana. La mejor forma de describirlos si no los conoces es que suenan como unos My Mourning Jacket menos rock con la facilidad de hacer melodias de The Go-Betweens (lado Robert Foster). Y eso suena bien, ¿verdad?

17. The New Pornographers. Brill Bruisers.


Sonido en cinemascope, no se puede sonar mejor y tanto que como lo hacen the New Pornographers en este disco. La producción eleva cada canción a un nivel superior. Este disco es una fiesta de sonido, fuegos artificiales; las diferentes capas melódicas se superponen hasta lograr una mezcla abrumadora. Y luego las canciones, una retahila de hits encadenados que te deja sin aliento. Contagian energia y vitalidad (mejor que un complejo vitamínico). Lo llaman supergrupo por algo. 

16. Bahamas. Bahamas is Afie.


El primer nombre que te viene a la cabeza al escuchar a Bahamas es M. Ward, aunque sus respectivas propuestas musicales no tengan nada que ver. Son canciones alegres, pero con un poso de desencanto o tristeza de fondo. Canciones en apariencia sencillas, pero llenas de arreglos sutiles que pasan desapercibidos. Sí, todo eso también se puede aplicar a los discos de M Ward, pero no tienen nada que ver. Lo que quiero decir es que...no sé como describir este disco ambiguo, no sé como explicar que, sin poder destacar nada especial en él, no puedo dejar de escucharlo, que no he dudado ni por un minuto en colocarlo entre los 20 mejores. Vamos a echarle la culpa a esos coros maravillosos, a esa calidez que trasmite la voz, a ese aire de andar por casa, o directamente a que las canciones son maravillosas. 

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