Antes de empezar otro año más con intentar reseñar los discos que más me han gustado/influido/acompañado durante este 2018, me gustaría recomendar aquí otros buenos discos que no aparecen en esta lista de 50 pero que si hubiese hecho la lista unos días antes, o después, o si en ese momento me hubiese pillado en otro estado de ánimo o - teniendo en cuenta que todo esto de las listas es totalmente subjetivo y bastante absurdo- qué se yo, tendrían todo el derecho a aparecer en las reseñas del año.
Y como el único motivo de esta lista es recomendar buena música y -si es posible- ayudar a alguien a descubrir algún grupo o disco que le marque o le diga algo especial, quiero citar aquí los siguientes:
el retorno al nivel de sus inicios de Franz Ferdinand y su Always ascending; Ray Lamontagne siguiendo en la senda del rock cósmico setentero en Part of the light; el soul en sus diferentes versiones, desde Joey Dosik recuperando a Al Green y Marvin Gaye con su Inside voice, los clásicos standards de Natalie Prass en The future & the past, el sonido de Spacebomb traído esta vez por Andrew Jenkins y Sweet bunch, hasta el sorprendente Earthtones de Bahamas; los sonidos extraños e inquietantes, pero a la vez emocionantes de Alexander Tucker y su Don't look away -folk si es folk lo que hace Jim O'Rourke-, y de Son Lux en Brighter wounds -post rock con sentido y sensibilidad-; Pinegrove con Skylight por debajo de su trabajo anterior pero a punto de dar la campanada en cualquiera de sus próximos discos; Jim James haciendo lo que le da la gana, esta vez rock guitarrero tipo 90's en Uniform Distortion; la psicodelia de toda la vida de Triptides en Visitors y la de nuevo cuño en la colaboración de Dungen y Woods con Myths 003; el viaje de Calexico desde Arizona a los sonidos de California en The thread that keep us…
Volvamos a la lista, comencemos con los 50...
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